La palabra sánscrita yoni, significa “espacio sagrado” y se utiliza como referencia al útero, vulva, vagina o vientre siendo así la “fuente de vida”.
El uso del Yoni Egg, huevos de cuarzos o piedras preciosas, provienen de prácticas ancestrales para guiar espiritualmente la energía sexual.
Los Taoístas se han dedicado a profundizar en esta sabiduría a través del Tao del amor y la Sexualidad Consciente.
En la mujer, el uso intravaginal de los huevos permite el autoconocimiento y el despertar de la conciencia energética del cuerpo sexual femenino, la vagina, el útero, los ovarios, los senos, acompañando a la mujer a retomar su poder creador y sexual.
Al entrar en un profundo proceso de autoconocimiento y conciencia de la energía corporal, la mujer comienza a sanar las memorias ancestrales de dolor que se manifiestan como bloqueos en el plano físico, emocional y psíquico, heridas del linaje ancestral genealógico que afecta a la conciencia individual y colectiva.
El uso del Yoni Egg, nos ayuda a tomar conciencia, en cómo las mujeres nos vinculamos con la penetración, desde qué espacio vibracional manifestamos nuestras relaciones, la manera en cómo conectamos con la fuente de donde proviene la fuerza femenina que se activa en el alumbramiento, el poder de manifestar, crear vida, volviendo a nuestro centro, conectando con nuestro poder interior.
La misión del Reino cristalino en la tierra es apoyarnos en este proceso de evolución planetaria, al igual que las plantas y toda la naturaleza, permitiéndonos integrar energéticamente la sabiduría de la tierra que almacena el cristal dentro de su estructura y códigos frecuenciales, ofreciéndonos una profunda limpieza energética, para continuar nuestro desarrollo evolutivo con claridad, firmeza y conciencia espiritual.
El origen de la geometría del Huevo se relaciona a la forma de la creación, Todos venimos de un huevo, es allí donde todo nace, y su vibración nos aporta la conciencia creadora, de gestar, y encarnar nuestra creatividad y fertilidad. Esto, no necesariamente significa que debemos usar esta energía para parir un hijo humano, sino para encarnar el poder de la Diosa y así lograr manifestar nuestros propósitos y deseos profundos del alma, los sueños que vienen de la conexión íntima y sagrada con nosotras mismas.
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